Características culturales específicas y desarrollo cognitivo en los primeros años de vida.

Abstract

El término cultura implica una serie de significados que se han modificado a lo largo de la historia e incorpora diferentes aspectos y dimensiones de la vida del sujeto como costumbres, valores, conocimientos y formas de pensar que son compartidos y transmitidos por los miembros de una organización, permitiendo a las sociedades recrearse y diferenciarse de los otros grupos sociales (Díaz, 2021). Por consiguiente, se entiende a la cultura como el resultado de las interrelaciones individuales y colectivas, simples y complejas, en permanente transformación, es un proceso vital que aporta información sobre lo que se concibe como identitario y en ello el sentido de orientación, la forma específica de ser, de pertenecer a un grupo y de encontrar el sentido de cohesión social. Debido a que la cultura proporciona una base para pensar, actuar y sentir, permite generar diferencias entre unos y otros, en función de las características personales, físicas y culturales (Ardila, 2018). Y es aquí donde los infantes, que, al residir dentro de una configuración social específica, dependen de un sistema cognitivo influenciado por el contexto ontogenético y ecológico, para la adquisición de conocimientos y habilidades específicas (Legare y Harris, 2016). De aquí la importancia de identificar los entornos y ambientes culturales y su relación con el desarrollo cognitivo.

The term culture implies a series of meanings that have been modified throughout history and incorporates different aspects and dimensions of the subject's life such as customs, values, knowledge and ways of thinking that are shared and transmitted by the members of an organization, allowing societies to recreate and differentiate themselves from other social groups (Díaz, 2021). Consequently, culture is understood as the result of individual and collective interrelations, simple and complex, in permanent transformation, it is a vital process that provides information about what is conceived as identity and in it the sense of orientation, the specific way of being, of belonging to a group and of finding the sense of social cohesion. Because culture provides a basis for thinking, acting and feeling, it allows for generating differences between one another, based on personal, physical and cultural characteristics (Ardila, 2018). And it is here that infants, residing within a specific social configuration, depend on a cognitive system influenced by the ontogenetic and ecological context, for the acquisition of specific knowledge and skills (Legare and Harris, 2016). Hence the importance of identifying cultural environments and settings and their relationship with cognitive development.